Ilustración para el cuento Los días felices de los tocados por el sol

LOS DÍAS FELICES DE LOS TOCADOS POR EL SOL

Ellos eran felices, muy felices en su país siempre soleado. El sol y la lluvia hacían crecer las plantas, verduras, legumbres y cereales, no necesitaban nada más para ser felices. Porque el sol les llenaba de alegría. Adoraban el sol y cada día le daban las gracias por todo lo que tenían. En otros tiempos, tiempos de sus antepasados más antiguos, también daban las gracias a las nubes que traían la lluvia, y a la luna que les traía el descanso, y al viento que transportaba las semillas… Pero el sol era tan magnífico, grande, brillante e imponente que fueron olvidando los otros ritos de agradecimiento, y ya sólo agradecían al sol todas sus bendiciones.

Y miraron el sol hasta que quedaron ciegos y quemaron su piel.

Y cantaron al sol hasta secarse la garganta.

Y olvidaron lo que les hacía felices, sólo sabían que tenían que adorar el sol.